Autismo Somos Todos

MANIFIESTO 8 M AUTISMO SOMOS TODOS
8 de marzo de 2022 Día Internacional de la Mujer

Desde Autismo Somos Todos queremos conmemorar el 8 de marzo, día internacional de la mujer recordando que:
La prevalencia de la violencia de género en cualquiera de sus formas es más elevada entre las mujeres con discapacidad acreditada igual o superior al 33% que en las mujeres sin discapacidad.
Ocho de cada diez mujeres con discapacidad sufren agresiones físicas, psicológicas y sexuales perpetradas, en la mayoría de los casos, por sus propios cuidadores.
El 80% de las mujeres con discapacidad es víctima de la violencia y tiene un riesgo cuatro veces mayor que el resto de las mujeres de sufrir violencia sexual.
Existen, entre otros, diferentes tipos de violencia:

o Violencia psicología de control: actitudes relacionadas con los celos, con la vigilancia sobre horarios y actividades de la mujer, o con la imposición de obstáculos para que la mujer pueda ver libremente a sus amistades o familiares.

o Violencia psicológica emocional: insultos, menosprecio, intimidación o amenazas verbales recibidos

o Violencia económica: control relacionado con la economía doméstica o a través de la merma de la propia independencia económica de la mujer.

o Violencia sexual: forzar o coaccionar a la mujer para llevar a cabo actividades de índole sexual en contra de su voluntad, o bien en que la sexualidad es limitada o impuesta por otra persona.

o Violencia física: todo aquel acto en que se inflige un daño físico a la víctima que a través de la agresión directa.

o Violencia por desatención: todo aquel acto en el que no se protege a la persona del daño, entre otras cosas por no vigilarlo o se desatienden sus necesidades básicas, por ejemplo, de alimentación, vivienda, higiene y vestido adecuados y de atención a salud;

Se puede deducir que las mujeres con discapacidad pueden tener menos conciencia de estar siendo víctimas de maltrato, así como desplegar menos estrategias de autoprotección y/o escape por añadirse, al miedo a la violencia, la creencia de ser incapaces de desenvolverse de forma autónoma y de buscar sus propios recursos (algo que, en algunos casos, llega a ser cierto cuando el grado de discapacidad implica una movilidad muy reducida o un funcionamiento cognitivo bajo)
Las mujeres con discapacidad sufren discriminación múltiple por el mero hecho de ser mujeres, pero además por su situación de discapacidad. Por lo tanto, se enfrentan a menudo a desigualdades de género en comparación con los hombres con discapacidad. Se puede afirmar que las personas con discapacidad viven en una situación de continua discriminación, siendo en el caso de las mujeres dicha discriminación doble ya que les afecta, por una parte, en su condición de personas discapacitadas, y, por otra en su condición de mujeres.

Las mujeres con discapacidad que están sufriendo una situación de violencia se enfrentan a una serie de barreras, además de las que pueden compartir con el resto de las mujeres: por un lado, una autoestima mermada y deteriorada; falta de información y dificultad para acceder a los recursos formales frente a la violencia de género; la falta o poca credibilidad que tienen cuando deciden desvelar su situación; la perpetuación del amor romántico con el miedo a perder a su agresor que además es el que le cuida y del que, muchas veces, depende para las actividades básicas de la vida diaria; y la imposibilidad de defenderse físicamente del agresor. A ello se le suma la falta de concienciación y estereotipos nocivos por parte del funcionariado público, la judicatura, la fiscalía o la policía. El trabajo en sensibilización, detección y coordinación se muestra fundamental en la lucha contra la violencia de género y, específicamente, para atender las realidades de las mujeres en situación de discapacidad.

Por todo ello consideramos que es necesario dar voz a la mujer con discapacidad revindicando desde la publicidad, la educación y los medios de comunicación valores de igualdad, respeto y tolerancia hacia la mujer discapacitada brindando el mismo número de oportunidades físicas, laborales y sociales que al resto de la población.